lunes, 25 de octubre de 2010

Este post va a ser de los largos...

O esa es la intención que tengo ahora que me pongo, por fin, a actualizar el blog. Y es que en este tiempo en el que no he dado señales de vida han cambiado muchas cosas y podría decir que todas para mejor. Y claro, cuando una es más o menos feliz se olvida de escribir porque no hay necesidad de desahogo.

En la entrada anterior decía que me iba a poner a estudiar, pues lo he hecho, me matriculé en Trabajo Social que es lo que realmente me gusta y por fin cerré, definitivamente, la puerta a terminar Informática. Porque... para que nos vamos a engañar, los ordenadores me gustan, pero donde estén las personas... con lo que me gusta a mí hablar y que me escuchen y me contesten a continuación. Con las máquinas hablo mucho, nos llevamos bien, pero sólo callan, vamos que otorgan, que me dan la razón, ¡leñe! y así no hay manera de discutir.

Pues eso, que soy estudiante otra vez. No se me han quitado las patas de gallo, y yo que pensaba que esto de los libros debajo del brazo me rejuvenecería, pero no. No sé si tengo pinta de repetidora o de tipa interesante, pero me da lo mismo. Es lo bueno de estudiar a distancia. Tengo un montón de libros que leer, y otro montón que comprar para leerlos después, pero es lo que tiene la educación que es carísima y además... ocupa un lugar enorme, no dentro de la cabeza, sigo usando la misma talla de sombrero, pero las estanterías se me siguen quedando pequeñas.
Ahora estoy a la espera de que me concedan la beca que solicité, porque sino... bueno, no lo voy a pensar ahora porque entre otro de los cambios de mi vida se encuentra el que ya no estoy en la mayor empresa del estado.

Sí, encontré curro. Estoy trabajando, vuelvo a ser población activa y la verdad es que me encanta el trabajo, las compañeras y lo que hago. Me queda eso de vivir en la incertidumbre porque al estar en una asociación dependemos de las subvenciones y de los proyectos que nos aprueben, pero tengo esperanzas. Aunque nos hayan quitado el Ministerio de Igualdad.

Estoy en una Asociación que trabaja por y para las mujeres, así que os podeis hacer una idea de lo bien que me encuentro. Además el esfuerzo sirve para algo más que para que un/a empresario/a amase una mayor fortuna. Veo cantidad de mujeres todos los días, que tienen problemas mucho más gordos que los mios, que han sido víctimas de violencia machista, que no encuentran curro porque no pudieron estudiar o porque siempre fueron cuidadoras de otros y ahora tienen que cuidarse a sí mismas. Mujeres que aparecen por allí esperando que les des una solución que no es nada fácil porque no podemos hacer magia. Pero lo intentamos.

Y aparte de esos cambios, durante estos meses me he dedicado a salir, a hacer mojitos en las fiestas de San Mateo (que me salen de vicio), a leer un poco, beber sidra, ver amigos, dormir, dar besos... Vamos que no me aburrí nada de nada.

Por lo demás todo sigue igual. Como todo el mundo tengo días buenos y otros no tanto, y estos últimos normalmente vienen condicionados por la luna o las hormonas. O por el hambre que tenga y las horas de sueño. Pero en general estoy contenta. Me gusta lo que hago y mi vida.
El ver las realidades de otras mujeres me está haciendo diferente y creo que mejor. Los pequeños contratiempos de la vida ya no tienen apenas importancia y creo que tolero la frustración de otra manera. ¿Será que estoy madurando?

Ah y dentro de una semana empiezo un curso de monoparentalidad desde una perspectiva de género. Lo mismo este blog empieza a tener una razón para existir y me hago más activista o ciberactivista directamente. Pero eso lo vereis.