viernes, 22 de abril de 2011

De dios y la semana santa

Últimamente estoy de lo más clerical. Las entradas que hago tienen que ver con la iglesia y con dios, pero es que las cosas que veo en las noticias me llevan una y otra vez a lo mismo.

Hoy en las noticias salían muchas personas llorando porque no habían podido salir los pasos de semana santa debido a la lluvia. Que con el capital que tiene la iglesia digo yo que les podrían poner una especie de cúpula de metacrilato como al papamovil y así podrían disfrutar de esas imágenes llorosas y sangrantes que tanto le gusta a la beatería en general.

¿Y si es un castigo divino por la prohibición de la procesión atea de Madrid? Mira que si la justicia divina existe...

Porque vamos a ver, si existe una criatura todopoderosa como dios, le tiene que importar bastante poco que creamos en él o en ella. A mí me pasa. Cuando estoy convencida de algo me importa un bledo que el resto de la gente me dé la razón o no, y yo no soy todopoderosa y buenísima (que sí que lo estoy pero en este caso no es lo mismo ser que estar)

El caso es que no acabo de entender las razones por las que hay católicos que se empeñan en que creamos lo mismo que ellos, por qué narices se creen en posesión de la razón y quieren convertirnos a los demás. ¿Por qué les ofende tanto que haya otras personas que seamos ateas, budistas, musulmanas, panteistas o seguidoras de la calabaza de Brian?
¿Es que el tener más o menos seguidores les otorga un poder especial? A ver si la religión va a ser como el facebook y lo que mola es tener un millón de amigos...

Yo voy a seguir siendo atea. ¡Qué le voy a hacer! Y voy a seguir sonriendo con la procesión de la legión (tan machos ellos, tan prietos y con ese pecho lobo) y con las lágrimas de los que se lamentaban de la lluvia. Soy un poco sádica, sí, y prefiero la lluvia a las procesiones.