jueves, 19 de mayo de 2011

De indignada a kale borroka en 8 minutos

(Esto ya lo puse en facebook pero... voy ponelu aquí también.)

Ese es el tiempo que ha tardado el Sr. César Vidal en leer su panfletillo en esa emisora de radio a la que pertenece y que permite que las noticias se emitan sin verificar.

Después de ejercer mi limitado espacio de democracia durante media vida ahora resulta que soy antisistema. Después de salir a la calle en cientos de manifestaciones sin tirar siquiera un papel al suelo, ahora estoy aleccionada por Batasuna-ETA. Y como yo todas las personas que estamos asistiendo a las manifestaciones del pasado 15 de mayo y a las acampadas que se están realizando en múltiples ciudades tanto aquí como en el resto de Europa.

Supongo que lo que pretende este señor es crispar los ánimos, que le insultemos y que nos pongamos a su nivel pero lo cierto es que me da más pena que otra cosa.

Me da pena porque está asustado, porque él y sus compañeros están viendo como su estatus peligra, como el sistema que han inventado para estar en lo alto de la pirámide se tambalea y no le queda más que el recurso del pataleo. Le quedan los insultos, las injurias que inventa para intentar que calen y desprestigiar una lucha que es del pueblo. Pero no nos cala la lluvia y mucho menos sus palabras.

Sr. Vidal, la ciudadanía no es idiota, la juventud está preparada y tenemos recursos para acampar en Sol, en la Plaza Mayor de Gijón o en Berlín. Tenemos ideas, razones y argumentos para estar en la calle y lo que es más, y lo que más le asusta a usted, tenemos razón.

Está asustado porque lo que demandamos mermará el poder que tienen los partidos mayoritarios, porque si las decisiones que nos afectan se toman contando con la voluntad del pueblo se habrán acabado los chollos de las grandes empresas, de los bancos. Porque si hubiera habido un referéndum por medio hoy no tendríamos reforma laboral ni pensionazo, no se le habría dado un euro a la banca para que salvasen sus beneficios y sus dividendos.

Y si quiere decir que desde Gijón estoy en contacto con la cúpula de ETA, dígalo. Si quiere meter miedo a la sociedad diciendo que somos marionetas de los terroristas, adelante. De tan ridículo que es no da más que risa. Risa y pena.