lunes, 18 de agosto de 2008

Por ser mujeres...

Tendría que haber escrito el jueves pasado porque fue cuendo leí la noticia en el Comercio, pero como la experiencia y el tiempo me enseñaron a no hablar en caliente porque digo muchas burradas... pues tras unos días de relax y de pensar y repensar la cosa me decidí a ponerme a ello.

Nos vacunan del VPH, el virus del papiloma humano. Nos vacunan porque según las cifras del gobierno de éste nuestro estado, el cáncer de cuello de útero es una de las principales causas de muerte de mujeres. Nos vacunan contra un virus del que podemos contagiarnos por practicar relaciones sexuales. Hablamos siempre desde la heterosexualidad, que no se nos olvide.

Nos vacunan porque es posible que ese virus (¡maldito bicho!) puede causarnos cáncer. Nos vacunan a nosotras mujeres porque lo somos, como lo del: "Porque yo lo valgo" de Loreal. Pero no nos explican muchas cosas.

La primera e importante es que no es cierto que sea la principal causa de muerte de las mujeres (en este nuestro estado, repito). Y no lo es porque las enfermedades cardiacas y otros cánceres se alzan con los primeros puestos. De hecho sólo el 0,3% de las mujeres del estado mueren por esta causa.
No nos dicen que de los quince tipos del virus pueden degenerar en cáncer sólo nos van a vacunar de dos. No nos dicen que el virus no es causa suficiente, que la pobreza, la falta de higiene ayudan a la evolución de la enfermedad.
No nos informan de que el 70% de la mujeres habrá tenido infección por el virus y que sólo un 1% desarrollara el cáncer de cuello de útero. No nos dicen que tarda 10 años en producir lesiones precancerosas y otros 10 en desarrollar desarrollar el carcinoma in situ.
Evitan contarnos que no está demostrada su eficacia en niñas de 9 a 12 años, la edad de las receptoras de esta vacuna, y que dicha "eficacia" es de 5 años. Que no sirve para nada en mujeres/niñas que no sean vírgenes.
No está demostrado que sea eficaz en los hombres y ¡oh, casualidad! son ellos quienes nos contagian este virus.

Pero así son las cosas. Somos mujeres y por eso nos pasa lo que nos pasa.
Volvemos de nuevo a ser los conejillos de indias de laboratorios farmacéuticos. Volvemos a ser utilizadas para que unos pocos se hagan más ricos.
Sostenemos la economía mundial con el trabajo no remunerado que nadie haría por nada. Cuidamos a niños y mayores, llevamos la casa, cuidamos la huerta, el ganado, caminamos kilómetros a por agua potable, somos las últimas en comer si hay poco para que el "macho" se alimente, para que lo haga la prole. Somos las reinas de la economía mundial y no lo sabemos. Lo peor es que saberlo no nos ayuda porque estamos obligadas por ese patriarcado que impusieron ellos, los más fuertes hace ya demasiado tiempo.

Quieren asustarnos con el cáncer que sin duda es una de las palabras que más miedo dan en este momento. Se cuelgan las medallas de salvadores pero son hombres y no nos salvan, nos utilizan.

Con el coste de esta vacuna podrían realizarse revisiones ginecológicas periódicas y para todas las mujeres, podrían financiarse campañas de educación sexual que mermaran las posibilidades de infectarnos con el virus y por tanto disminuiría ese 1% que desarrolla el carcinoma.

Pero no. El laboratorio tiene que enriquecerse después del golpe sufrido con un error anterior y para eso servimos. Para salvar el barco que se hunde y que ya abandonaron hasta las ratas.

Podemos hacer algo todavía, podemos informarnos y saber más. A fin de cuentas... la información es poder.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ole tu labia salá.. concienciada.., con lo difícil k es encontrar eso en la blogosfera.. si señó..

laborde

Anónimo dijo...

sí señora!! (el enemigo dentro de nosotras)..(la alienación?, se llamaba?)

laborde