miércoles, 28 de julio de 2010

Destrozada pero viva.

Ese es el resumen de mi estado actual. Estoy muerta, cansada de fiesta (ni de coña) y quemada como un camarón. Pero es lo que tiene el verano astur.

Como os prometí os cuento, más o menos, como fue el Carmín de este año (o la fiesta del pintalabios como la llama Cris). Quedamos a las seis y media de la tarde para cargar con la comida de un lado a otro de la Pola, porque si no cargamos como mulas no es lo mismo. Llegamos al prao de la fiesta y estaba hasta arriba. Vamos que no sé los miles de personas que nos habíamos juntado allí con tortillas, empanadas y sidra como para levantar el PIB del estado y acabar con la crisis.

Nos tiramos en las mantas que habíamos llevado para que hicieran de mantel y esperamos a que se enfriara un poco la sidra. Teníamos a dos escanciadores que no paraban de echar sidra, tienen un brazo entrenao pa aguantar hores y hores sin parar. Los culinos al principio eran pequeños (no vaya a ser que no haya bastante o lo que es peor, que acabemos borrachas a las diez de la noche) pero a medida que se alargaba la tarde empezaron a aumentar de tamaño hasta convertirse en unos calderaos donde se podía una lavar los pies (los dos a la vez).

Después de dar cuenta de cuatro cajas de sidra, de haber recorrido el prao no sé las veces para ver a toda la gente que conocíamos y andaba por allí, después de atorar a todos los presentes con un silbatillo que me regaló Adri y de hacernos un sinfín de fotos a cual más indecente. Después de todo eso nos fuimos a darle al mojito que tanta sidra nun ye buena.

Deciros que recorrí el kilómetro que separa la plaza de Les Campes de la casa de Tita Cerveza en tiempo récord porque me iba meando mucho. Luego una vez allí y mientras algunas se metían en la cama o se desmayaban directamente, nos sentamos a la fresca que hay a las tres de la mañana a tomar un cacharrín antes de ir pa la cama.

Y el martes a comer costillas y sardinas, dormir una siesta de caballo y de vuelta pa Xixón.

Después de tamaña borrachera y dado que una también necesita el sol en su vida, me fuí a pasar tres días estupendos con sus tres noches igual de estupendas a la playa de Torimbia. Cargamos el saco de dormir a la espalda y poco más (es lo bueno de las playas nudistas con chiringuito) y pa allá que nos fuimos.

Echo de menos el sonido del mar para dormir y el sol pegándome en la espalda al despertar (en la espalda porque lo que una hace cuando la claridad amenaza con despertarla es darse la vuelta)

Así que estoy quemada, el viernes termino el taller con mis minidelincuentes y a buscar curro de nuevo. Como mola el verano!!! Y luego San Mateo!!! Si vais por allí buscadme en los chiringos que allí estaré. Si alguien me reconoce le invito a una cerveza.

3 comentarios:

Marcela dijo...

a mí me debes una cerveza hace tiempo, ajjajajaaa

LA DESGRACIÁ dijo...

A Marce le debes una cerve, y yo te la debo a ti, deberíamos juntarnos y saldar las deudas. Aunque yo no beba alcohol (mierdaggh). El problema es que lo más cerca q estaré este verano, me da que es Bilbao.

un besito guapísima

PD. Se acabó mi etapa hombres, cómo va la tuya? xDD

Jo dijo...

Marcelilla, lo de la caña está hecho, dime donde y cuando y acudiré rauda y veloz.

Desgra, mi etapa de hombres sigue, y no le veo yo un pronto final (de momento)
Estaré en Bilbo para las fiestas, así que... lo mismo coincidimos y saldamos todo lo saldable.