miércoles, 24 de septiembre de 2008

Soy bisexual, no viciosa

Ayer se celebró el día del Orgullo Bisexual. Y estoy orgullosa, estoy muy orgullosa.

Ayer, en la plaza de Callao de Madrid la gente de Arcópoli estuvo repartiendo peras y manzanas, carne y pescado y preguntando: ¿Por qué me haces elegir?

¡Qué gran pregunta! Después de haber escuchado que lo nuestro es vicio, que tenemos más posibilidades de ligar una noche por ahí, que cuidado con esta que le da igual carne que pescado y se va a largar con cualquiera. Después de pensar en un trío en el mismo instante que saben que soy bisexual. Después de llamarme lesbiana reprimida... Después de todo esto sigo sintiéndome orgullosa.

Hace ya mucho tiempo que tengo claro que no quiero elegir, que me encantan las mujeres y que hay hombres de lo más apetecibles. Como no soy de una acera ni de la otra, estoy sentada en medio de la calle y claro... eso tiene sus riesgos.

Las cosas han cambiado y ya no escucho tan a menudo como antes improperios de homosexuales e insultos de heteros. Y ya no me duelen tanto. Ya no me pregunto si es normal que no quiera elegir entre al rosa y el azul, la carne y el pescado, las mujeres y los hombres. No quiero elegir, no quiero que me hagan elegir.

Soy bisexual, me gusta ser como soy y no quiero cambiar.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Busco libro de EpC en buen estado.

Me vale cualquiera, de verdad. Lo que quiero es poder leer alguno de los capítulos de cualquiera de las editoriales, me sirven hasta en inglés si es que vienen de la Comunidad Valenciana (han conseguido hacer de lo esperpéntico un arte)

Quiero saber qué demoníacas perversiones se reflejan en esa asignatura para que Monsieur Rouco se esté gastando el dinero de la iglesia, que tanta falta hace para obras de caridad, en sellos, sobres y fotocopias para pedir a los ciudadanos madrileños que objeten. ¿Es que es como la mili?

¿Todo esto es porque no quieren que los hijos de los feligreses de misa diaria y rosario a las cinco lleguen a pensar que todos tenemos los mismos derechos? ¿Temen que mañana esas criaturas acaben posando en el album de la boda de la mano de otro señor en lugar de una pía y devota zagala?

Y para enviar estas misivas, supongo que con el apoyo de la ínclita Espe, es para lo que hicieron una campaña televisiva pidiendo dinero; para enviar cartas y sublevar al pueblo. Al final va a resultar que son unos revolucionarios.
Como idea al clero, a la conferencia episcopal, a los padres y madres contrarios a esta asignatura, a la plana mayor del PP, incluyendo a ex presidente (que podría ganar la entrada al cielo a pesar de los presuntos pecadillos con la señora ministra de nuestro país vecino), a todos los opositores a la igualdad... como idea repito, les propongo un lema para su próxima manifestación: "Educación para la ciudadanía que la estudie su tía"
Y que aprovechen el mes de septiembre, que luego llega el invierno y las manifestaciones con frío son menos lucidas porque hay que llevar a los críos con bufanda y guantes y con el castañeteo de los dientes no se oyen bien las proclamas.

Menos mal que en este estado sigue quedando gente con tres dedos de frente que intenta inculcar valores de igualdad, que sabe que el conocimiento hace más libres a las personas y que nadie se vuelve gay por reconocer que todos tenemos los mismos derechos, que no estamos hablando de obligaciones.

Y si quieren escribir cartas... que las escriban, que pidan la objeción y la obligatoriedad de estudiar religión en las escuelas. Que hagan todo lo que está en su mano. Es su derecho e incluso diría que su obligación. Y los demás seguiremos con nuestra vida y educaremos a nuestra descendencia como nos parezca más adecuado.
Objetaremos mañana los no creyentes, los agnosticos, los ateos... Ya lo hicimos con el servicio militar. Tenemos experiencia en revoluciones.

Pero mientras, y para estar bien enterada cuando me llegue la hora de discutir con un "objetor" de esos... busco libro de EpC en buen estado.

lunes, 15 de septiembre de 2008

¿Un nuevo feminismo?

Una pregunta que se contesta con otra: ¿Pero hay que cambiar el feminismo?

Me tiemblan hasta las piernas. Tengo miedo, de verdad, lo confieso. Estoy muy asustada.

Lo que tiene leer la prensa es que una se informa de lo que pasa en el mundo más allá del barrio, de la ciudad y del entorno amigable en el que vivo. Pero también tiene un lado horrible... El terror, la incapacidad de comprender lo que pasa fuera de aquí.

Desde que tengo uso de razón, y quiero pensar que hace ya unos años, siempre miré hacia lo que pasaba en Estados Unidos, esa gran potencia que tiene el poder de desestabilizar la economía, los valores y lo que se le ponga en gana. Miraba hacia el otro lado del océano porque temía lo que podía venir de allí y a día de hoy, estoy temblando.

Sarah Palin es la causa de mis temores, una mujer ultraconservadora, ex-reina de la belleza, "miembra" de la asociación del rifle, madre de 5 hijos y ahora número dos de McCain. Una mujer que aglutina todo aquello que me horroriza y que aparece como la vanguardia de un nuevo feminismo.

Un feminismo que no se parece en nada a lo que llevamos defendiendo muchos años. Algo totalmente contrario a lo que pregonaron las sufragistas en ese mismo país hace ya muchos años.
¿Es que las mujeres en Norteamérica no se dan cuenta que esa mujer está ahí por las feministas de verdad? Presiento un cambio demasiado terrible para que pueda ser consciente de toda su magnitud.

Las mujeres republicanas ya pueden colgarse el cartel de feministas, y yo que me preguntaba aquí, a pequeña escala, que como una mujer del PP podía ser feminista. Ya tengo la respuesta, porque los significados de las palabras se tergiversan a gusto del consumidor. Porque pueden borrar de un plumazo años de historia, de luchas por la igualdad de derechos. Ahora ser feminista es llevar a los niños a los partidos de fútbol, es volver al trabajo al día siguiente de dar a luz. Ya no es luchar por los derechos de las mujeres, feminismo es tener a una mujer en la Casa Blanca.

Y que las republicanas voten a Palin no me sorprende, habrían votado McCain de todas maneras. Lo que me tiene aterrada es que mujeres demócratas afirmen que van a votar a Palin porque lo importante es colocar a esta mujer en un lugar donde sea visible. Cierto es que Obama no las contentó colocando a Hillary como candidata a la vicepresidencia, pero... ¿es que una mujer ultraconservadora va a hacer mejor política que un hombre demócrata?

Llevamos años luchando contra el invisible techo de cristal y nos queda mucho que hacer. Yo siento decir que no me sirve Palin aunque sea una mujer, porque su política será la del hombre, la del patriarcado, la de la mujer en casa con la pata quebrada, la del tanto tienes tanto vales y si no tienes peor para ti.

Si Sarah Palin encarna un nuevo feminismo, pues yo soy feminista a la antigua.

Esperemos que en ese gran país, en la cuna de la democracia y la libertad, las mujeres entren en razón y no se dejen llevar por las faldas de las candidatas sino por el programa político. Quien me lo iba a decir a mí. A día de hoy y repitiendo otra vez: Programa, programa, programa.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Para que se nos oiga

Desde que el mundo es mundo, las mujeres hemos estado luchando por nuestros derechos en una sociedad patriarcal donde se nos confinó en el hogar, cuidamos a niños y ancianos y nuestra voz no era tenida en cuenta porque éramos inferiores, no sabíamos. Eran ellos los de las mentes privilegiadas y clarividentes, ellos los que sabían de negocios y política, ellos los que gozaban de la libertad de entrar y salir, de opinar y pensar.

El tiempo nos dió la razón y después de mucho esfuerzo, de muchas mujeres, de muchos palos, de muchas revindicaciones... hoy nos acercamos al lugar que nos pertenece en la sociedad. El de estar al mismo nivel que ellos, los hombres.

Pero sabemos todas que no es suficiente, que queda mucho por hacer y muchos derechos por conquistar. Porque siguen muriendo mujeres a manos de sus parejas, porque el aborto no es un derecho, porque seguimos cobrando menos que ellos, porque sigue siendo difícil acceder a puestos de responsabilidad.

Todo esto lo vivimos como mujeres y luchamos por ello. Pero queda algo más. Quedan en el tintero los derechos de las mujeres lesbianas. La lucha contra esta doble o triple discriminación donde no contamos con toda la ayuda que nos gustaría, donde no tenemos los mismos foros donde poder hacer nuestras revindicaciones.

Muchas de vosotras conoceis la Charanga Xuntes y Revueltes, sobre todo si estáis en tierras astures o habeis estado en las manifestaciones del Orgullo en Madrid. Ahí estamos todos los años. Cargando con tambores y yembés, con las voces afónicas al final de corear consignas que nos hacen más visibles, que gritan nuestras revindicaciones.

Sabemos que los tambores, que los megáfonos, que la canción son un medio para que nos escuchen más y mejor, porque con música los que decimos se queda grabado y se recuerda tiempo después.

Estamos preparando un curso de percusión para el mes de octubre en Gijón, para ello hemos buscado a una mujer, Silvia Palumbo, que va a ayudarnos a mejorar, que va a enseñarnos a poder unir los tambores, guerreros pero no de guerra, con las voces, afinadas en la medida de nuestras posibilidades. La Lesbianbanda de Valencia la conoce bien porque tuvieron un taller con ella y nos la recomendaron.

En este momento ya somos unas 15 mujeres comprometidas a esforzarnos por sacar lo mejor de Silvia y apropiarnos de sus conocimientos. Podemos llegar a ser 25, por si alguna lectora afincada en Asturias se apunta, pero haciendo cuentas llegamos a la terrible conclusión de siempre. No hay dinero.

Hemos hecho cálculos y cada una de nosotras tendrá que asumir unos 100€ y el coste del instrumento que vaya a tocar y con esto de la desaceleración-crisis, os podeis hacer una idea del trastorno que nos supone.

No escribo esto para pediros dinero, aunque si hay alguna millonaria con alma de mecenas no vamos a decir que no. Todas sabemos que la militancia, además de afonía, muchos desencantos y maravillosos logros, nos cuesta una pasta. Y estamos en ello porque lo necesitamos, porque nos lo pide el cuerpo. Pero sí que necesitamos ayuda. Y aquí todo vale: ideas, instrumentos de samba, un lugar donde reunirnos, mucho apoyo... y sí, que narices, los euros de más que sobren en los colectivos en los que militais.

Vamos a intentar organizar incluso algún concierto de Silvia, que no sólo imparte talleres sino que es cantautora. Así que... si quereis estar informadas, si podeis echar una mano o si os apetece saber algo más, os dejo la dirección de la Charanga: xuntesyrevueltes@gmail.com

Esperamos que el próximo 28 J, estemos preparadas a conciencia. Y que podais disfrutar de nuestros avances. Todo vale para que se nos oiga.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

El sexo sin amor es como la tortilla sin cebolla

Toma ya!!!

Debe de ser el calor que hace por estos lares mientras en Madrid se inunda hasta el metro y en Andalucía el pescaíto vuelve a la mar, que me vienen a la cabeza o a la memoria vivencias y conversaciones de esas que debería grabar para escucharlas de vez en cuando.

En una de las numerosas tertulias sidreras a las que soy tan aficionada y que dan para tanto en un blog de estos, estábamos hablando de eso, de sexo; de follar y de hacer el amor. Que para el caso... Y como tengo a bien rodearme de lo mejor de cada casa y de lo peor del barrio, las discusiones normalmente van de perogrullada en perogrullada.
Comentando una anécdota que conté ya una y mil veces porque me hace gracia y me recuerda que hace unos años, en la adolescencia, éramos unas pardillas. Repetí por enésima aquello de que estábamos un grupo de compañeros de clase en casa de uno, que tenía los padres fuera, viendo la primera peli porno que yo me había topado en mi vida cuando una chica, cuyo nombre no voy a publicar aquí, soltó la frase: "Yo nunca dejaré que me penetren"

Y de esa frase, que de aquella, nos hizo soltar carcajadas a los presentes sin que hubiéramos sido penetrados por nadie, surgió un comentario en tiempo presente, en la mesa de un chigre y con muchos años más: "Es que si haces el amor no te penetran, haces el amor"

Tachán! Frase para los anales de la historia del sexo.

Teniendo en cuenta de quien vino la frase, veinteañero enamorado hasta las trancas, pues como que no te extraña. Y penetraciones pa alante y penetraciones pa atrás, toda la conversación buscando razones para esa negativa a que nos metan nada por cualquier orificio. No es que mi compañera de clase fuera lesbiana y se negara a dejarse seducir por un hombre, fueron los pocos años. No es que el veinteañero no supiera lo que hacía con su novia, es que suena más bonito hacer el amor. No es que la penetración sea sólo con un pene de carne. No, pero es lo que pensamos, es lo que nos viene a la cabeza.

Muchas guardamos en el cajón de la mesita un juguete o un par de ellos, las hay que tienen armarios completos, y los usamos pero suena muy distinto. ¿O me lo parece a mí?
No es la primera vez que escucho: a mí no me mete nadie nada por ahí. ¿Y si es una mujer?- pregunto yo que soy de lo más cotilla. Eso es distinto- responden.

Pero lo más bonito de todo es que alguien no comprenda el sexo sin amor. Me gusta saber que hay gente que piensa así. Porque... el sexo sin amor es como una tortilla sin cebolla. Con lo que a mí me gusta la tortilla, y la cebolla y el tiempo que me pasé practicando sexo sin querer a nadie. Y lo placentero que me resultaba.

Conclusiones como esa se sacan cuando se está enamorada. O a lo mejor tienen razón y aunque nos guste la tortilla queda más seca sin cebolla.

No puedo quejarme. No hoy ni ayer, pero... sí que es cierto que por sexo se puede llegar al orgasmo y por amor a ser Xena o la reina de las Amazonas (con orgasmo incluido).

Tengo que preguntar a la autora de la frase. Porque, curiosamente, a ella no le gusta la cebolla.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Con los ojos como platos!!!!

Cuando la visibilidad toma las calles, a más de uno y de una se les ponen los ojos así, como platos, al borde de las pestañas, como si fueran a escaparse por querer acercarse más a eso que ven y que es una novedad, una sorpresa. Y es que en el fondo, aunque muestren rechazo a todo aquello que no es como su vida, lo primero que sienten los seres humanos es curiosidad. Una curiosidad sana, morbosa incluso, pero curiosidad.

¿Cuántas veces escuchamos decir a alguien en nuestro grupo de amistades que se va a pasar a la otra acera porque en la suya no se come una rosca?
Si me dieran un euro por cada vez que lo oí me podría ir a Cuba de vacaciones "todo incluido".

Pues el viernes pasado, después de una semana de curro a lo bestia pude escuchar esa frase unas cuantas veces. Y mi respuesta en todos los casos fue... "Prueba, es posible que te guste".

Y con la sidra la gente se vuelve locuaz, y "locuacean" que es un gusto y te enteras de cada cosa...
A medida que la conversación se animaba y después de escuchar diez veces que fulano va a empezar a acostarse con hombres, me dió por pensar si esa no es un nueva táctica para ligar. Si es que los hombres esperan que una mujer les diga: "Tranquilo machote, que antes de que te cambies de acera yo me voy contigo para que duermas tranquilín"

Y esto no lo pienso porque me considere una mujer de las que quitan el hipo y que va rompiendo corazones sino por como cambia la historia cuando se enteran de que tienes una relación con una mujer. Ahí sí que cambia el cuento y se les ponen los ojos como platos. Y si están bien educados o son personas "normales" (y en esto de la mormalidad habría mucho que decir, pero para otra vez) no te saltan con la tontería de que te vayas con ellos para que sepas lo que es un hombre, que los hay. A partir de ese momento lo del cambio de acera o de barrio no se repite.

Entonces y a medida que sigues hablando, surgen anécdotas de antiguos novios (yo los tuve) amantes y y amigos. Y los ojos se hacen cada vez más grandes porque ya no eres una mujer que le gustan las mujeres sino una mujer que no diferencia el sexo de la persona que tiene al lado. Una bisexual.
En ese momento la conversación tiró por otros derroteros, pero hoy que lo pienso, siento que me quedé con la curiosidad de leer en sus ojos o de escuchar con palabras lo que pensaban realmente.
No es que me importe, pero... seguro que tuvieron tema de conversación para el resto de la noche. Yo me fui a dormir.

Me gustaría pensar que el hecho de hablar con alguien que no se esconde, que no disimula lo que piensa y lo que siente les ayuda a entender que no somos una amenaza, que no pretendemos hacerles cambiar, que tenemos el mismo derecho que ellos a vivir una historia de amor o de sexo desenfrenado con quien nos apetezca.
Quisiera tener la seguridad de que al quedarse a solas no fui el tema de conversación de dos amigos que salen a ver si ligan (con mujeres, que eso de los cambios de acera son bromas que se gastan entre ellos), sino de como es tan normal que yo no sea heterosexual que no tengo que esconderlo entre historias ficticias y galanteos poco apetecibles. Desearía que la próxima vez que se encuentren con alguien como yo no miren de arriba a abajo, que los ojos no se les salgan de las órbitas, que tener en su círculo de amistades a una lesbiana, bisexual, gay, trans no sea para ellos un matiz que les diferencie del resto, que no sea como el tener un perro o un gato o una iguana en un terrario.
Ojalá una conversación entre sidras sirviera para normalizar las cosas, para que, como los niños que viven desde siempre con una realidad distinta a la mayoría, lo vieran como algo tan rutinario que no fuera sorprendente ni novedoso. Sería maravilloso que estas y otra conversaciones fueran útiles para que no se nos clasifique por con quien nos acostemos. Para llegar a un mundo ideal donde lo que nos une, incluyendo las temidas hipotecas, fuera lo importante.

Yo que pensaba que las relaciones eran íntimas y personales, yo que creía en la privacidad de los amores... Creo que hoy soy más visible y cuando miro atrás y me veo... Se me ponen los ojos como platos.