Por donde empiezo...

Pensaba que con la visita del papa sería suficiente por esta semana, que ese iba a ser mi motivo para salir a la calle a decir que estoy en contra. Pero los acontecimientos de los campamentos saharauis me han superado por completo.

Durante años los poderosos se dedicaron a repartirse territorios sin pensar ni por un segundo en los habitantes de esas tierras. Ya pasó con Palestina y ahora estamos viviendo lo que un rey (por qué la monarquía tiene que estar metida siempre en todos estos saraos??) que además tiene una pinta que... mejor no entrar, le hace a un pueblo que quiere tener su identidad y su hogar.

Los ciudadanos son de primera o de segunda dependiendo de donde nacen, lo son dependiendo del partido al que votan...
Están matando gente, joder. Prohiben a la prensa que informe, a los que quieren ayudar que lo hagan. Prohiben hasta que nos acerquemos para que no veamos las atrocidades que están cometiendo.

Pero lo importante para algunos es que este fin de semana nos visitó el sumo sacerdote de una religión que se nos impuso en un momento del pasado por un dictador. Las prebendas conseguidas durante esa época siguen vigentes y por tiene la osadía de criticar un estado que se supone laico.
Lo importante es que Zp no fue a misa, si hubo cien mil o medio millón de jovencitas católicas con guitarras cantando canciones al paso de esa especie de escaparate motorizado que le protege de sus propios fieles.

Al final me da la sensación de que unos cuantos nos pasamos la vida en la calle haciéndonos oir, diciendo que lo que opinan las mayorías no tiene por qué ser lo mejor, demostrando que hay otras formas de pensar y de vivir. Que la injusticia debería de ser reconocida por toda la humanidad y que debería lucharse contra ella.
Va a ser verdad que soy una idealista.

La verdad es que hoy estoy triste, triste y horrorizada por las imágenes que nos llegan y que no son más que una muestra de lo que está ocurriendo realmente. Sólo imaginar lo que puede ser en realidad me aterra.

A ver con qué noticias nos despertamos mañana.