lunes, 4 de mayo de 2009

La Odisea de Oporto - 4ª parte

Iba a decir que 4ª y última porque me estoy poniendo pesada, pero... es que me aburro mucho de verdad.

A ver, nos levantamos el sábado por la mañana tempranito, yo cuando estoy fuera madrugo más de la cuenta, no sé por qué razón pero así es. El caso es que nos pusimos manos a la obra con el fin de la mudanza, subimos al trastero, que es más grande que mi habitación (Pedazo trastero) y encontramos las cajas hasta del aspirador. Lo que viene a demostrar que mi costilla es la mar de ordenada y que tenía pensado mudarse alguna vez en su vida. Y ahí estábamos, sacando cajas del polvo de los años y yo estornudando con mi alergia. Bueno, más que estornudadndo llorando y moquando porque los estornudos se negaban a salir y me picaba la nariz una barbaridad. Que sensación tan horrible esa de querer y no poder. ARRRGGGGGGHHHHHHH

Para mediodía nos dimos una ducha, nos vestimos y nos fuimos a Oporto a celebrar el 25 de abril con claveles y portuguesas. Al final ni claveles ni portuguesas ni ná, porque la celebración fue muy pobre, paupérrima. Había viejas glorias del partido comunista portugués y cuatro señoras vendiendo claveles. Así como comprendereis ni Grandola ni el Porrompopero, que no cantamos ná, con lo que nos gusta a nosotras.

He de decir que para llegar al lugar de la celebración, la plaza de la Libertad, tita descubrió el principio de unas cuestas interminables. Es como si se hubieran preparado para el diluvio universal y que todas las calles puedan desaguar en otras hasta el río.

Bajamos en busca de un lugar donde comer lo que fuera (fueron más hamburguesas asquerosas ¡que rico!) Empezamos a bajar las cuestas... Una cuesta, otra cuesta, doblamos la esquina y ¿oh sorpresa! otra cuesta. Prueba de habilidad: intentad liaros un cigarro andando y bajando cuestas. Complicado de verdad y eran cigarros, no porros, que conste.
A esto le sumamos que tita tiene vértigo. Yo siempre pensé que el vértigo te daba cuando te subes a un sitio muy alto y miras para abajo, pero no, las cuestas también dan yuyu. Así que iba caminando delante de la tita y diciéndole: Mira que casa más bonita, mira que casa más fea, mira se vende piso; como si fuéramos a mudarnos a la ciudad de las cuestas. Y ella miraba para arriba y así no se mareaba. Que si se llega a marear y se cae la tenemos que recoger en el río con una barca de esas tan monas que tienen las bodegas de vino de Oporto.

El caso es que llegamos al borde del río y nos pusimos a comer y a tomarnos unas Super Bock (estupenda, impresionante, genial, fantástica, adjetivo, adjetivo, adjetivo, cerveza portuguesa) Allí andaban unos que además de españoles, como nosotras, debían ser del opus y del foro de la familia, no como nosotras, porque llevaban una recua de críos vestidos todos iguales de alucinar. Empezamos creyendo que eran 5 pero nos equivocábamos, eran como 8 ó 9, pero claro, vestidos iguales donde contábamos uno eran tres. Nos dimos un paseico y mi costilla se compró un helado que era más grande que la hamburguesa de antes, pero daba gusto verla tan feliz con las bolas de caramelo y limón (que asquito de mezcla de sabores).

Yo que soy una guía turística estupenda, a pesar de que era la segunda vez en mi vida que iba a Porto, dije que por qué no subíamos a tomar un vino a un sitio muy bonito donde se ve todo el río y las bodegas. Ole ole, que idea tan estupenda, ale, a subir las cuestas. Nos metimos por un callejón para no tener que ir un trecho nadando y escuchamos el "oh oh oh ohohoh ohoh oh" ese de la cancioncita de la Beyoncé que está tan de moda. Y en ese momento y adbucida por no sabemos que energías cósmicas, mi costilla se lanza a bailar meneando las caderas y apuntando con los dedillos pa los laos. Pa habernos matao! Me dió la risa, a tita le dió la risa.
Subimos más cuestas, echamos el bofe en una esquina, más cuestas, vemos nuestro destino, está a tomar por el culo todavía y nos quedan como quinientos metros de ascensión sin cuerdas ni piolets ni ná de ná.

Por fin alcanzamos el Porto romántico, bien bien, que bonito que bonito. Entramos en el parque que nos conducirá al vino estupendo y a la terracita ideal de la muerte. Amenaza lluvia. La tita saca la cámara de video del bolso y se pone agrabar los árboles y los jardines, las camelias y un pavo real muy gordo con la cola muy larga. Pasamos delante de los baños públicos. Mi costilla insinua que es un lugar de cruising, pregunto que por qué lo dice y ella se lo imagina porque le ha dado un no sé qué. Llegamos al hermoso lugar. Es festivo, está cerrado. Hago fotos a una fuente para demostrar al mundo que yo tambien soy una profesional de la fotografía y que no sólo me dedico a las poses chorras.

Seguimos caminando. ¿Y si nos sentamos en un banco y nos echamos un cigarrín?- esto lo digo yo porque estoy harta de liarme los cigarros en marcha. Aceptan. Dos fotos pa acá, dos pa allá. Las rosas naranjas existen, hago una foto para que me crean las amistades. Mi costilla vuelve a verse abducida y baila de nuevo a Beyoncé, esta vez mientras que canta al tiempo. Nos reimos, se crece en el escenario y se arranca con un rap:
"Los novillos vienen,
los novillos van,
los novillos vienen por el arrabal.
..........
Marijuli marijuli"

Baila como Michael Jackson, yo propongo enviarle al casting de Fama 3, se agarra la entrepierna. Tita se ríe, un matrimonio con niños que pasa por allí lo flipa y está a punto de grabarlo todo y tirarnos unas monedicas (de euro por lo menos) Continúa el recital. (Y la cámara en bolsu. Para la próxima me la cuelgo del cuello y lo grabo todo).

Vamos de vuelta al coche mientras que nos sigue deleitando con canciones de la tuna vallisoletana. Tengo que pedirle las letras para que lo vivais en primera persona.

Y después de eso cenamos, corrimos por las calles porque esta vez era la tita la que se meaba, nos encontramos con que el bar estupendo al que íbamos después de cenar está en obras y pa casa. Agotadas de verdad.

Al día siguiente vuelta pa España. Del viaje poco que destacar. No cantamos ná y salvando que paramos a comer un bocata y nos atendieron unos chinos. Que digo yo que si no había nadie de la tierra, porque es chocante pedir un bocata de lomo a una china.

Escuchamos el carrusel deportivo, nos enfadamos con la derrota del Sporting (que mal lo llevamos este año), mi costilla se negó a besarme en un gasolinera porque estábamos en Castilla y dijo que nos podían tirar piedras (no voy a poner el nombre del pueblo para que no se me ofenda nadie), ellas dos se turnaron para conducir, yo no es que sea una egoista es que como sabeis no tengo carné y no es plan.

Llegamos a casa tirando a tarde y había que madrugar, así que pa la cama y fin del viaje.

Ya sé que esta última parte ha sido un poco rápida, pero... es que no quiero aburriros. Ya os contaré más tonterías.

5 comentarios:

Tallina dijo...

Dile a tu costilla que los castellanos no tiran pedradas, eso lo hacemos los asturianos, que asi fué como Pelayo no dejo que los moros pasaran por la cordillera, los castellanos sacan el garrote, jejejeje.
Saludos desde cazurrandia.

cris dijo...

Lo de las cuestas ya lo vi en el reportaje, por eso quiero ir jajajajajajajaj. Y no es que sea masoquista, es que en Santander tenemos unas cuestas empinadas de cojones jajajajajajja

Y lo de las piedras, pues seguro que tiran menos que en Santander... estamos en Fachalandia nena, tu que te piensas :)

Hormiga dijo...

pero había cruising o no había cruising?

Jo dijo...

@tallina: mi costilla es castellana, lo que no sé es si le tiraron piedras alguna vez.

@cris: la verdad esque aquí tenemos un poco más de suerte, o será por los sitios en los que nos movemos...

@hormiga: al final no lo sé, porque después de ir al sitio que estaba cerrado y volver allí no había nadie. Lo mismo estaban en el baño pero no entré a mirar.

tita isi dijo...

Jodidas cuestas! Casi me da un pachungo.
Ah se te olvidó comentar las brillantes ideas de que me subiera a un barco (con lo que se mueven!) y pa más cachondeo cruzar el "puentecillo" que atraviesa el río!
Si es que lo de viajar con vosotras....es un chiste!
PD.- La próxima vez nos vamos a la estepa africana! Ni una jodida cuesta más!
Tita