jueves, 30 de abril de 2009

La Odisea de Oporto - 3ª parte

Por fin llegamos a Feira, destino final de nuestro viaje interminable. Como al día siguiente era 25 de abril, la Revolución de los Claveles, decidimos comprar café y leche para el desayuno, no fuera a ser que estuviera todo cerrado.

Si os gusta la mantequilla con sal sereis felices en Portugal, es casi imposible encontrar una mantequilla que no la lleve. Y la verdad es que untar mermelada encima de una mantequilla salada... pues a mí me da como un poco de asquito. Paseamos por el supermercado de arriba a abajo buscando lo necesario y cervezas. Yo las considero necesarias para cualquier trabajo que tenga que hacerse.
Al mismo tiempo mirábamos bodies de bebé para el hijo de una amiga, mi sobrino postizo. Pa vernos a las tres mirando tallas y colores y diciendo: Mari, que barato es todo esto. Al final no compré nada porque no me aclaraba y no es que me gustaran excesivamente, pero que quereis, era un supermercado, no una tienda fashion con ropa en miniatura.

Salimos con las bolsas (que tienes que comprar) y buscamos un sitio donde cenar que fuera bueno, bonito y barato. Esta crisis está acabando con el glamour en los viajes.
Mi costilla nos habla de un sitio donde hacen unas hamburguesas estupendas y pa'llá que nos vamos.

En el bar en cuestión no hay nadie más que el camarero, o dueño, un portugués (que raro) con bigote (o eso creo recordar). Pedimos de comer y de beber y nos ponemos a ello con todo nuestro afán y nuestro hambre, que era mucha.

Hay dos teles, en una están poniendo un partido de fútbol que parece la mar de interesante y en la que tenemos enfrente un culebrón portugués. No sé si habeis intentado entender lo que dicen cuando hablan para ellos. Vamos cuando hablan a la velocidad normal. Pues es casi imposible. El caso es, y por lo que me enteré, que había una que no había dormido porque se había pasado la noche echándose las cartas del tarot para ver si alguien la quería o no, eso lo supongo yo porque al parecer, y pese a que no se le notaba nada, la muchacha estaba embarazada.
Luego apareció otra que tenía pinta de mala malísima hablando de otra niña y diciéndole a una que iba de buena y mona que se quedara con un tal Alex pero que le dejara a la niña.
Cuando salió el tal Alex era la antítesis de la muchacha buena y fashion victim; el menda andaba con un peto vaquero y al principio pensé que era ciego, pero no, es que se estaba haciendo el difícil y le decía a ella que tenía que irse por no sé qué que no entendí.

Nosotras queríamos ver el fútbol, pero al parecer era más interesante el culebrón.

Llegamos a casa muertas de cansancio, nos tiramos en el sofá e hicimos zapping. El canal internacional de TVE es una mierda, de verdad, os lo prometo, y no estaban poniendo ninguna película en inglés. Que lo bueno es que no la doblan sino que las subtitulan, así que por lo menos algo se puede ver. Pero nada.
Nos acordamos de la abuela del sexo que vimos en el viaje anterior. Es una señora que sale en un programa, imagino que americano, respondiendo a las preguntas de las personas que le llaman. Es una tipa genial.
La vez que la vi estaba dando consejos a un hombre que llamaba porque quería saber como hacerle un buen cunnilingus a su pareja. Y ahí teneis a la señora diciéndole que se pusiera delante de un espejo e hiciera ejercicios con la lengua, que hiciera como si soplaba y como si sorbía. Genial de verdad.
Luego llamó una preocupada porque tardaba 15 minutos o así en llegar al orgasmo y eso era mucho para su churri. Así que la abuelilla esta le dijo que se metiera en la bañera antes, que se estimulara ella solita, que fuera pa la cama y llevara un vibrador de esos pequeños que no hacen ruido y cuando llegara él, pues ya tendría el trabajo casi hecho.
Yo que ella me separaba o me buscaba un amante. Está visto que no sirvo para dar consejos radiofónicos.

A lo que iba, que me disperso, al final mi costilla y la tita se quedaron dormidas en el sofá y yo me tragué un capítulo (entero) de una telenovela brasileira (se les entiende mejor que a los portugueses) que parece que está hecha en la India y hay una moza muy guapa que se está casando y se acuerda un brasileño con el que tuvo más que palabras (ya me entendeis) el caso es que en la boda había unos invitados pelín tocapelotas que no hacían más que pedir bebidas extrañas para poner en aprietos al padre del novio o de la novia, no lo sé, y hacerle quedar como la gocha al no poder atenderles en todo lo que pedían.
La novia maciza esta se cambiaba de ropa y el brasileño del affaire estaba por ahí espiando desde los jardines. Una de las ¿damas de honor? se viste con la ropa que se acaba de quitar la novia, porque teme que se va a quedar soltera y para vestir santos y entonces el tipo este de Brasil va y la rapta a caballo pensando que era la novia.
Pues ya estais informadas por si os da por ir a Portugal y no quereis perderos el hilo de la serie.

Inciso. (Por cierto, que lo de vestir santos en la India tiene que ser de lo más chungo porque... entre dioses con cabeza de elefante por un lado y de señor por el otro, Shiva que tiene no sé cuantos brazos y toda la corte de dioses que tienen... debe de ser igual de complicado que vestir de faralaes a un calamar gigante de esos). Fin del inciso.

Después de tal cantidad de información desperté a mi costilla que iba a acabar con tortícolis, le eché una manta por encima a la tita que estaba roncando (bajito) y me fui a la cama.

Pues nada, sólo me queda contaros el sábado de turisteo con momento rap y cuestas interminables porque el viaje de vuelta lo hicimos muy calladitas y escuchando carrusel deportivo.

Si encuentro el momento sigo este fin de semana, sino... tendreis que esperar hasta el lunes. Que tampoco es para tanto.

miércoles, 29 de abril de 2009

La Odisea de Oporto - 2ª parte

Decidimos hacer una parada técnica porque yo quería fumar, así que aprovechamos para echar gasolina y hacernos unas foticos delante de un árbol florido. Que se note que estamos en primavera.
No os las voy a enseñar porque soy muy discreta, pero tengo una pinta de acabar de bajarme del camión que no puedo con ella. Con lo que yo era...

Mi costilla decidió que como no nos habíamos reido bastante era el momento de un chistecillo de esos verdes que siempre tienen gracia, pero antes una foto con la tita.

Costilla: Decid confituuuuuuura
Jo: Mermelaaaaaaaaaada
Tita: (llorando de la risa) Ji ji ji ji ji ji ji ji ji

Resultado: foto 1 echada a perder; foto 2 mejor dejarla pa prau.

Y llegó el chiste:
Dos amigas se encuentran y una le dice a la otra:
-Mari, mi marido me ha pedido que se la chupe y yo no sé.
-Tranquila, tú te la metes en la boca y dices Honolululululululu (mi costilla moviendo la lengua muy suavemente)
Llega el momento y está la mujer con aquello en la boca pensando:
-¿Cómo se llamaba la playa esa? Ah, sí. Matalascañasñasñasñasñasñas (mi costilla mordiendo como si le fuera la vida en ello)

Resultado: Ja ja ja ja ja ja ja. Tita llorando, intentando decir confituuuuuuura y Honolulululululu y asegurando que ella no llora más.
Matizo que es llorar de risa, que cuando le haces reír más de la cuenta le caen unos lagrimones que ni el día que Enrique y Ana cantaron aquello de Aaaaamigoooo Feeeeeeeliiiixxxxxx.

Seguimos viaje con más temazos de todos los tiempos, desde Joan Baez, hasta canción protesta con Labordeta y "Un Pueblo es" de María Ostiz. Teníamos de todo, ¿qué no?

Cruzamos Vigo al son de: Debajo un botón tón tón, del señor Martín tín tín... preguntándonos que es lo que se les canta a los niños de hoy en día y entramos en Portugal.

Yo me empezaba a mear (conste que esto lo cuento porque fue muy gracioso a pesar de lo escatológico del asunto) pero "The Show must go on" y con Vainica Doble y Sabina y el: Siempre que vuelves a casaaaaaaa, me pillas en la cocinaaaaa... pues qué quereis, decidí que aguantaba.
En ese momento además comenzaba otro de los temas que no olvidaré: "Déjame Vivir con Alegría" también de Vainica Doble.

Momento estribillo:
"un higo chumbo
y una aceituna
tu nuevo mundo
yo descubrí con Colón..."

Que la canción va de indígenas que viven guay sin necesidad del hombre blanco. Con pocos dientes (literal) pero felices a fin de cuentas.
Tita entendió un huevo duro (en lugar de tu nuevo mundo) yo confundí a Colón con color. Y entre que siempre que llegas a casa me pillas en la cocina, el huevo duro, los Hermanos Marx y la tontería que llevábamos encima nos echamos a reír de nuevo.
Mi costilla se hizo una diagonal de tres carriles para entrar en una gasolinera y poder seguir con el despiporre tan a gusto.

Cantamos no sé cuantas veces el estribillo en todas sus versiones y nos echamos el cigarrito de rigor. Y no, en ese momento no me acordaba de mis ganas de mear.

Entramos en Matosinhos, cerca de Porto. Atascazo monumental. Mi costilla no lo entiende porque es hora de salir de Oporto, no de entrar. Nos adelantan hasta los camiones y yo me repito mentalmente que esa es una de las razones por las que me fui de Madrid mientras me meo irremediablemente.
Suena "Amazing Grace".
Me duele hasta la tripa y digo que ese es el himno de los EEUU (ignorante que es una), mi costilla que no.
Yo que eso lo he oído en un campo de fútbol o de "beisbol" (en las pelis), tita me da la razón.
Es una canción para los funerales.
Yo me meo.
Mi costilla amenaza con parar en medio del atasco para que vacíe mi vejiga.
Paso, me da vergüenza. Aunque he de reconocer que estuve tentada de decir que sí a ver que hacía.
(Esta parte es aún más escatológica... almas sensibles abstengase de leer a partir de aquí)
Aparte del mexio que me embarga informo al pasaje que tengo en mi interior un par o tres de pedos que gritan libertad.
-No te cortes - me dicen.
-Baja la ventanilla - advierten.
-Es que entonces me meo -matizo.
Se ríen de mí.

Mi costilla cuenta como una vez en un caso semejante tuvo que salirse de la circunvalación para buscar un bar. Me cabreo un poco. Si yo fuera conduciendo ahora estaría buscando una salida, un bar y vaciando mi vejiga. Tomo nota mental de que ya es hora de sacarme el carné de conducir.
La tita se parte de risa en el asiento de atrás, calro, como ella no tiene ganas de hacer pis....
Mis ganas de mear hablan por mí y me pongo pesada. (Seguimos en el atasco) Ante la amenza de empapar la tapicería mi costilla por fin se apiada buscamos las salida y entramos en un bar.

Salí del baño con una sonrisa que ni el mejor de los orgasmos y dolor de tripa. No os aguateis nunca. Es un consejo de Jo.

Y aquí termian la parte escatológica y el capítulo de hoy. Las almas sensibles pueden volver a leer a partir de aquí. Prometo no volver a hablar de mis necesidades fisiológicas cuando voy de viaje.

martes, 28 de abril de 2009

La Odisea de Oporto - 1ª parte

Con la firme idea de terminar la mudanza y para resarcirnos del tiempo lluvioso de nuestro viaje a Portugal en Semana Santa, decidimos montarnos en el coche para pasar un fin de semana en Oporto o alrededores, que todo vale.
Ya que en el anterior me dolían las muelas y tener la regla dos veces en una semana era demasiado, mi cuerpo me obsequió con una alergia primaveral para hacer el viaje más ameno.

La Odisea comenzó con un temazo de Andrés Dobarro: "O tren que me leva pola veira do Miño..." Pero ese era sólo el primero de los grandes éxitos con los que nos deleitó mi costilla. Porque no lo dije todavía, pero camino a Oporto íbamos mi costilla, la tita y la menda con sus mocos.
Dada la temática del temazo decidimos ir por el camino más largo. Por la costa, entrando en Galicia y bajando por las Rías Baixas hasta el país vecino. ¡En qué hora!
Allá que íbamos las tres con la música ambientando cada curva de nuestras carreteras nacionales, porque no señoras, no está terminada la Autovía del Cantábrico.

Terminado el primer disco busco en la guantera algo distinto. Que yo, cuando no voy dormida, soy una "copilota" de cagarse.
"Eñe 1, 2, 3 y 4" ¡Bien! ¡Bien! Musiquilla en nuestro idioma pa cantar.
Y cuando estábamos la tita y yo esperando escuchar a Estopa o Miguel Bosé... Ahí nos aparece una jotica castellana hablando de uno que tiene un tío cura en Roma al que le gustan las mocitas.
Tema candente y de actualidad sino fuera porque se equivocaron en el sexo de la jovencita "barra" jovencito.
(Mi costilla matiza que soy una inculta musical y que eso no era una jota sino un romance. Hecha la aclaración prosigo).

A que pensabais que el "Eñe" era el disco ere que sacan todos los años para los que no saben inglés... Pues no, era un recopilatorio, o mejor dicho cuatro, de las canciones que más pegaron desde el NODO hasta nuestros días.
Tengo que pasaros el repertorio porque como música de viaje no tiene parangón.

Si a esto le sumamos que yo bailo hasta la música del telediario os podeis imaginar las caras de los cientos de camioneros que nos cruzamos por el camino y que me veían gesticular por el retrovisor.

Nos seguimos preguntando muy preocupadas por los gustos musicales de mi costilla, y por los nuestros que tienen delito también, cuando los altavoces nos dejaron con la boca abierta al escuchar (redoble de tambores) "Toros en Méjico", un single de Juan Pardo que me resulta imposible describir. (Para las valientes buscad en youtube que seguro que algo hay por ahí).
Acto seguido "Como una Ola" de la Jurado y aquí, tirando de los recuerdos de nochevieja, que os contaré otro día, nos lanzamos a cantar sin la ayuda del Sing Star.

Sé que pensais que no está tan mal, salvando el momento Juan Pardo, pero os equivocais. ¿Recordais el pastelón de "Que Canten los Niños" del Perales? ¿No? Yo pensaba que tampoco pero erraba porque me acuerdo de la letra como si fuera ayer. Y esa también la cantamos a voz en grito y haciendo falsete para imitar a las angelicales criaturas que le acompañaban en aquella penosa imitación de: we are the world, we are the children, na na na na na na na na na na na na...

Pero todavía no habíamos alcanzado las más altas cotas de sorpresa que nos reservaba mi costilla. Y como el post me está quedando muy largo sigo mañana.

Me lo dejé en casa

Tengo que contaros el vieje a Portugal del fin de semana pasado. No es que viaje más que el baúl de la Piquer, que ya me gustaría, pero siempre que se propone un plan que suponga hacer kilómetros yo me apunto. Me gusta eso de la carretera, los aeropuertos, los trenes e incluso el autobús.

Iba a empezar esta mañana pero... no puedo. Y es que como nos reimos tanto, me preguntaron mis compañeras de viaje si lo iba a colgar en el blog y dije que sí, asíq ue estuve llevando una especie de diario de viaje que tuvo mucho éxito en su primera jornada. Que no digo que vosotras os vayais a reir mucho porque estas cosas hay que vivirlas en primera persona para que hagan gracia de verdad, pero quien sabe, lo mismo os entretiene.

Lo dicho, que a mediodía, cuando vaya a casa a comer cojo mis apuntes y esta tarde, en un momento de los de sumo aburrimiento que adornan mis jornadas laborales os lo transcribo. Que con lo largo que es me da para llenar una semanita de posts.

Hay que ver las excusas que me busco para actualizar. Pero será esta tarde porque como ya dije en el título... Me lo dejé en casa.

martes, 21 de abril de 2009

Adiós Margot, adiós

Sí, ha llegado el momento del final de la historia de Margot.

No fue dramático, no hubo lágrimas, no hubo ¡ayssss! ni ¡uyssss! Se acabó como empezó.
Los desencadenantes de ese fin ya anunciado, que me lo decía ex-chaval, se dieron noche tras noche, cerveza tras cerveza y experiencia tras experiencia.

Pero voy a contar las cosas por orden que sino no hay quien se entere.

Bueno, me había quedado en las repeticiones de los escarceos amorosos, en los juegos de cama sin cama y con juguetes y en esas cositas que hacen que la vida (sexual) valga la pena.
Mi ex-chaval no hacía más que decirme, después de los dos primeros meses de pasión y lujuria desenfrenada, que veía a Margot noche sí, noche también por el ambiente madrileño. Hoy con una, mañana con otro... Todo muy normal, charlando y eso, pero que le olía a que (palabras textuales) "la lagarta esa anda rascándose el chichi contra todo lo duro que se le pone a mano". Y yo sigo preguntándome exactamente que es todo lo duro cuando no hay tíos de por medio. Conste que lo pregunté y la respuesta fue que ya le había entendido y que dejara de hacerme la gilipollas.

Pues sí. Margot salía todas las noches (ella que podía) y follaba casi todas (porque podía, repito) Y yo en mi casa sin importarme lo más mínimo lo que hiciera porque ni estaba enamorada ni había pensado que eso que vivíamos fuera a tener un final feliz y glorioso con ochenta o noventa años. Además me gustaba un compañero de clase que obviamente no me hacía ni caso.

Me llamó un viernes para decirme que tenía que hablar conmigo. Pues vale, muy bien, nos vemos donde siempre.
Y sí, donde siempre queridas lectoras, era en Chueca's Square. (Toma dominio del inglés) Allí llegué yo acompañada por mi ex-chaval que era como la madre de la Pantoja y me llevaba de la mano a todos los bolos de mi corta carrera. Me llevaba porque era un cotilla de mucho cuidado y porque en el fondo, sabiendo que el final estaba cerca se sentía culpable por "haberme lanzado a los brazos de aquella lagarta"

Llegó ella tan divina como siempre, tan buenorra como siempre y acompañada por un jovenzuelo de uno ochenta moreno y con los ojos verdes (mi perdición por aquel entonces. Ahora me fijo más en el interior)

-Hola, Jo. (Beso en los morros) Hola ex-chaval.
-Hola Margot (Después del beso en los morros)
-Hola lagarta (esto murmurado por lo bajini y con enorme sonrisa falsa falsísima en los labios)

(Por si no queda claro matizo que el beso en los morros me lo dio a mí y el que la llamaba lagarta era mi ex-chaval.)

-Este es Morenazotíocachas.
-Un placer
-Placer le daba yo a él, un palmo.

(Por si no queda claro de nuevo yo no era la del palmo de placer)

-Que quería hablar contigo.
-Ya eso me dijiste.
-Yo me voy a por una caña.
-No, si lo que le voy a decir no es un secreto.
-Ah, osea que no vas a cortar con Jo?

(Sí, ese es mi chico, de lo más discreto del mundo)

-Nunca hemos tenido una relación. (Esto lo maticé yo por si no le había quedado claro a todo el mundo. De aquella yo para follar lo que fuera pero de novios/as nada. ¡Que pereza!)
-Eso. Lo que quería es saber si te lo quieres hacer con Morenazotíocachas y conmigo esta noche.

Os juro que no me caí de la silla de milagro. Miré el reloj tres veces seguidas, eran las ocho de la tarde o así, borracha no estaba y fumada tampoco. Así que me lo estaba proponiendo en serio, en frío y sin dejarque al menos yo sí que estuviera bebida.
Me quedé tan pegada que no pude ni responder, ni reirme, ni ponerme colorada.

-Tú eres un putón!!! (Frase memorable de mi ex-chaval que nos sirvió de coña como tres o cuatro meses)

Ni que decir tiene que no hubo trío, que no caté al Morenazotíocachas esa noche (en mi vida hubo muchas noches) y que ahí terminó la historia. No es porque yo fuera una mojigata, que ya me enseñaron ella y la vida a no serlo. Pero le sentó fatal que le dijera que no y dejó de llamarme.

Conste que volvimos a vernos, volvimos a olernos, volvimos a muchas cosas... Mentira, volvimos a pocas cosas, dos cosas para ser exactas. Dos noches.

Al final ella se echó un novio formal con el que hará tríos algún fin de semana de junio para recordar tan memorable tarde en Chueca. Yo no me eché nada, de momento, y sobre si hice o no tríos no os lo voy a contar aquí.

Y eso es todo. Margot no da para más. Lo mismo ahora está casada y tiene tres lebreles (como dice una amiga) Lo mismo me busca por Chueca desesperada porque quiere volver a sentir el placer extremo. (Si no me tiro flores yo sola no me las tira nadie)

En mi vida hay más historias. No todas las recuerdo con cariño porque ninguna fue como esta. ¿Quién no se acuerda de la primera?

A lo mejor algún día me da por contarlas. Por sacar a la luz los momentos que se viven cuando una es joven y alocada y bisexual y le gusta la juerga y no tiene prejuicios y etc etc etc.

Espero que por lo menos os hayais echado unas risas. Y si quereis contarme algo, ya sabeis. A lo mejor vosotras hubieseis dicho que sí y ahora estaríais liadas con una mujer impresionantemente buena y adicta al sexo. (No soy yo)

jueves, 16 de abril de 2009

Ya es jueves

Sé que en el último post me despedí hasta el lunes, pero la verdad es que no tuve la semana inspirada y para escribir estupideces aún mayores de las que ya adornan este blog, decidí que mejor no escribía nada.

Hoy no es que esté mucho más inspirada, pero que quereis, vuelvo a aburrirme. No es porque no tenga nada que hacer, es porque no me da la gana hacerlo. Así de claro. Que yo cuando me pongo soy muy chula. Y es que estoy de mala leche.

Trabajo en un mini empresa que está sufriendo la crisis como todas y mi jefe ha decidido que renovarme me renueva pero me reduce la jornada, y con la jornada el sueldo y con el sueldo reducido no me da para la hipoteca y si no pago me echan, me quedo sin casa y a vivir bajo un puente. No es que me preocupe, tengo quien me dé asilo. Pero no vivo sola y tengo a una mujer a mi cargo que con la pensioncita que tiene... pues como que no le da para nada. No, no me digais que soy buenísima que para nada. Es lo que tiene la familia.

Pues eso, que el detalle de mi jefe de soltármelo así sin más junto con otros comentarios de lo más hermosos... me puso de mala leche y de mala leche sigo.

Pero bueno, que no os voy a contar mis penas, que pa qué.

Os voy a contar las vacaciones. Lo primero decir que no hay fotos. ¿Por qué? Muy sencillo, hice unas cuantas, pero como yo no salía en ellas decidí que no hacía más. Que me gusta la fotografía, pero mi vena exhibicionista se resiente cuando nadie me saca fotos a mí. De todas maneras tampoco salimos mucho de casa. Hizo un tiempo asqueroso.

Así que he decidido buscar trabajo, otro trabajo que sea mejor que este. No hay que correr mucho para que lo sea. Mejor sueldo y mejor vida. Si sois empresarias asturianas y buscais una mujer todoterreno para currar, llamadme que estoy disponible.

En otro orden de cosas, hace mucho que no voy al gimnasio, y es que es muy aburrido estar sola rodeada de aparatos con pesas y poleas, rodeada de tíos que se miden los biceps y se miran al espejo. Si yo sólo quiero perder las lorcillas que me adornan y endurecer estos músculos míos para que al correr no se balanceen de un lado a otro. Que direis, con razón, que en vez de correr que vaya en autobus, pero es que con esto de la crisis lo que me ahorro en buses me lo gasto en sidra que me sienta mejor.

Así que estos días me he dedicado a currar, beber sidra y despotricar contra el sistema.

Y para finalizar y con retraso... ¡¡¡¡FELIZ DÍA de la REPÚBLICA!!!! Que no hay dos sin tres.

La próxima actualización... Margot, último episodio.

miércoles, 8 de abril de 2009

Me voy de vacaciones

Mi dolor de muelas y yo nos vamos de vacaciones con otras tres, mujeres no muelas.
Lo que prometían ser cuatro días de relax se han convertido en cuatro días de lluvia, o eso dicen todas las páginas de meteorología que he visitado en internet, y de calmantes para el dolor.
Menos mal que mi niña, que de esto sabe mucho, me dijo que una cervecita sí me voy a poder tomar, porque sino... os juro que me quedo en casa llorando.

Siempre que me voy a algún sitio me pasa algo. Lo normal es que se me adelante o atrase la regla para coincidir con el viaje, y cuanto más complicado tengo el acceso a un baño decente más coincide. Vamos que si me voy de camping no me libro ni un día y si estoy en cualquier otro lugar de esos que meas de pie por miedo a que te asalte un ejército de ladillas y bacterias, entonces seguro que a la regla se le suma cualquier otro transtorno gástrico que no voy a comentar aquí porque es un asco.

Me voy cuatro días a pasear, a ver sitios y a hacer un millón de fotos. Que se note que salgo de casa. Y llegada a este punto quiero agradecer a los inventores de las máquinas de fotos digitales porque la pasta que me gastaba en carretes no tenía nombre. Ahora por lo menos lo que lleno es el disco duro del ordenador y un millón de CeDeses o DeuVeDeses que son lo mismo pero caben más cositas.

Pues nada más, mi jefe se ha enrollao y me deja salir una hora antes. Me voy a hacer la maleta y una lista con lo que tengo que meter para que no se me olvide nada.

Nos vemos el lunes.

jueves, 2 de abril de 2009

Me voy a cargar la historia...

Vale, lo confieso. Me aburro, me aburro mucho, muchísimo, una barbaridad.

Hace sol, en la calle se tiene que estar de maravilla, no como en esta oficina que parece una sucursal del polo y hace un frío de narices. Ahora me iría a tomar una botella de sidra pero todavía me queda una hora de curro y como la gente pasa por la puerta y quiero disimular, para que no piensen que me pagan por estar aquí sentada, pues voy a seguir con la historia de Margot.

Como lo que tengo es una burrimiento supino, seguro que me cargo la historia, pero ya no tiene remedio, he empezado a escribir y ahora tengo que seguir adelante.

Supongo que os haría mucha gracia mi huída repentina de su casa después de que llegaran sus "queridos" compañeros de piso. Bueno, pues en lugar de sumar más emoción al momento que estaba viviendo lo cierto es que hizo que mi líbido se cayera con todo el equipo. (Cómo cambié con el tiempo!!!!)

Volvimos a quedar y volvimos a ir a su casa, porque el culpable siempre vuelve al lugar del crimen, y volvimos a emborracharnos lo justo, porque el alcohol nos hace ser valientes. La realidad es que estaba acojonada. Sí, yo, la superheroína que todas las niñas quisieran ser.

Esta vez me ocupé de tener toda la ropa puesta hasta que llegáramos a su habitación. No es que haya sido pudorosa en mi vida, pero una cosa es que te vean las tetas y otra muy distinta que te las vean en la boca de alguien. Vosotras me entendeis.

A lo que iba. Que yo tenía superada ya la prueba de los besos, de las caricias, de los abrazos y de los bailes arrimaos con roces de arriba a abajo y de lado a lado. Hasta ahí todo bien. Pero me aterraba el no saber que hacer con ella en la cama. Siempre había pensado que no podía ser muy difícil, a fin de cuentas su cuerpo era como el mio y suponía que lo que me gustaba a mí le gustaría a ella. Acertaba, no sabeis de que manera.

Ya en su cuarto, monísimo por cierto, y sin ropa encima pero con unas cuantas cervezas en el interior y sobre su escritorio me decidía sincerarme una vez más. Todas las veces que le había dicho que nunca había estado con una mujer se las había tomado a coña con el argumento peregrino de: Sí, claro, y besas así de bien de nacimiento.
Yo insistía en que los besos no querían decir nada porque había besado a muchos tíos antes, pero daba lo mismo. Así que cuando llegó el momento y le dije: Ok, tú me dices como y yo te hago caso. Le entró un ataque de risa que le duró hasta la mañana.

A ver, que no es que se estuviera riendo hasta la mañana, que sí hubo sexo, y estuvo muy bien, pero se acordaba a ratos y le daba la risa.

No voy a contaros con pelos y señales como fue mi primera vez, pero no había pelos (sólo los justos) y señales quedaron algunas pero sólo se veían si estábamos desnudas, así que discretitas ellas.
No está incluido en mi listado de grandes polvos de la historia de Jo, pero... por poco, por muy poco.

Superada la primera noche y dado que nos lo habíamos pasado muy bien decidimos repetir. Más que nada para confirmar que no había sido de casualidad, que no había sido por culpa del alcohol y otras sustancias estupefacientes.

Con el paso del tiempo fuimos introduciendo diversos juguetes en nuestros encuentros sexuales. Para ser del todo sincera los introducía ella y yo me limitaba a disfrutar de ellos. Pero conste que luego también los introducía yo. Que en el sexo no es todo recibir.
He de reconocer que la primera vez que la vi sacar un arnés del cajón casi me voy corriendo a medio vestir. Pero ¿qué quería hacer esta mujer conmigo? y ¿qué carajo era esa cosa con correas? Cuando le vi con él me dió la risa floja. Y cuando dejé de verlo... casi les da un pachungo a los vecinos que tenían que estar escuchándonos a las tantas del anoche en el pseudo silencio de la Gran Vía. Porque yo antes era muy escandalosa, pero el paso del tiempo me hizo más tranquila y en lugar de dar gritos ahora utilizo un tono más bajo... No sé que hago contandoos esto.

Bueno, creo que por hoy ya está bien. El resto de perversiones os las contaré en el último episodio. Porque esta historia no dió para mucho más.

Al final... no me la he cargado tanto.